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                                                                         Cirugía de los párpados

 

La cirugía de los párpados, técnicamente conocida como blefaroplastia, es un procedimiento para extraer la grasa y el exceso de piel y músculo de los párpados superiores e inferiores. 
 
¿Quién es el candidato ideal para someterse a una blefaroplastia? 

Los candidatos ideales para someterse a una blefaroplastia son aquellas personas que buscan una mejoría, y no una perfección absoluta, en su apariencia.  
Existen algunas condiciones médicas que pueden hacer que existan más riegos al realizarse una blefaroplastia, como son los problemas de tiroides, la falta de lágrimas suficientes, la presión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. El glaucoma y el desprendimiento de retina también pueden suponer un riesgo; en determinados casos, puede ser necesaria una revisión oftalmológica previa a la blefaroplastia.


La cirugía 
La blefaroplastia se realiza en quirófano, dentro de una clínica u hospital. Normalmente, no es necesario permanecer en la clínica más que unas horas tras la cirugía. 

Suele realizarse bajo anestesia local más sedación, o menos frecuentemente, bajo anestesia general, dependiendo de las preferencias de su cirujano. Si se realiza con anestesia local más sedación, el paciente se siente relajado y los párpados están insensibles al dolor; con anestesia general el paciente está dormido durante la operación. 

La intervención suele durar entre una y 3 horas, o más cuando se asocia a otras intervenciones. Si se van a realizar los cuatro párpados, generalmente se empieza por los superiores. La mayoría de las veces las incisiones se colocan en las líneas naturales de los párpados superiores y justo debajo de las pestañas en los inferiores; en algunos casos pueden extenderse hacia las patas de gallo. A través de estas incisiones se separa la piel de la grasa y músculo subyacentes, extirpando el exceso de grasa y, en ocasiones, el exceso de piel y músculo. Las incisiones se cierran con suturas muy finas. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

En otros casos, en pacientes jóvenes en los que sólo hay exceso de grasa, se puede realizar una blefaroplastia transconjuntival de los párpados inferiores; la incisión se coloca en el interior del párpado inferior no dejando cicatriz visible.

Tras la cirugía, se le aplicará una pomada en los ojos para lubrificarlos, y en algunos casos, un vendaje suave.  Deberá mantener la cabeza elevada durante unos días después de la cirugía y aplicarse compresas frías, para disminuir la inflamación y los hematomas. Durante las primeras semanas puede notar lagrimeo excesivo, hipersensibilidad a la luz y cambios temporales en la agudeza visual, como visión borrosa o doble. Los puntos se retiran entre los 2 días y la semana. 

¿Existen riesgos?

 

 Las complicaciones menores que pueden aparecer tras una blefaroplastia incluyen la visión doble o borrosa durante unos días, edema temporal de los párpados y asimetrías leves en la cicatrización. Tras la cirugía puede aparecer dificultad para cerrar completamente los párpados durante el sueño; solo en raros casos esta complicación será permanente. Otra complicación infrecuente es el ectropion, que puede precisar corrección quirúrgica. 

Los resultados 

Las cicatrices pueden tener un aspecto rosado durante los primeros meses. Progresivamente irán desapareciendo hasta convertirse en un línea clara casi invisible. Los resultados de la blefaroplastia, un aspecto más joven y despierto, se mantienen años; en muchos casos, los resultados son permanentes.

Texto tomado de www.secpre.org

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